Celebrando el amor.
Hay momentos grandes, en esta vida, que se comparten con tus más allegados, salvo cuando eres descendiente de una de las familias más influyentes y además, perteneces a la aristocracia.
Si, me gustan las bodas, y en este siglo XXI aún tenemos príncipes, reyes, duques... Aunque hay títulos meramente honoríficos, se otorgan por pertenecer a una familia determinada, no dejan de tener su postín, y obligan al ostentado a lucirlo con generosidad y el empaque necesario para enorgullecer a su pueblo.
Dios Salve a la Reina.
RMBM