VISITAS

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Oratoria

Estaba yo en un café, charlando con mi grupo, mientras otra persona, al lado, no dejaba de observarnos. Después de una hora, aproximadamente, me interpeló y comenzó una agradable plática conmigo. Aseguró que  estaba escuchandonos, le había gustado mi voz,  mi entonación, y ese era el motivo por el que se había quedado ahí y sin prestar atención a lo que disceniamos en el grupo.

Tengo la dicha de hablar con muchas personas y con algunas de ellas, conseguir quedarme absorta y embelesada con la belleza de su discurso, la naturalidad, la espontaneidad y al mismo tiempo, el buen uso y manejo de la lengua.

Hablar y ser escuchado con atención, requiere de un arte, porque nuestras palabras consiguen llevarnos al Olimpo de los Dioses o al más inmundo de los Infiernos.

La verborrea es mala, no sirve siquiera como técnica de ventas, hablar por hablar,sin decir nada, es aún más pernicioso, podemos incurrir en circunloquios ininteligibles que ahuyenten a nuestra audiencia o a nuestros interlocutores y peor aún, a nuestros potenciales clientes.

El uso de tecnicismos o el abusar de muletillas, de chascarrillos, interjecciones malsonantes, arruina inevitablemente un posible buen discurso o una buena idea.

Respetemos a los que amablemente han venido a escucharnos y deleitemonos hablando con propiedad y seamos el perfecto reflejo de nuestras palabras.

Puede repetirme usted la pregunta?
No sé si me explico...

RMBM