Cotidianidad

La vida enseña a lo largo de su camino; nos hace conocer sitios, personas y por supuesto obtener valores.  Un valor para mí gusto en alza es la paciencia, dicen que es la madre de la ciencia pero yo diría que más importante es la discreción,procurar guardarse las opiniones o auto-analizarlas es sinónimo de una persona  que discierne y considera que no es necesario alzar la voz a los cuatro vientos y que todo se sepa (qué se cuece ,qué se enriquece).
No todo vale,no todo tiene un precio determinado.
La discreción es carísima en comparación con la indiscreción ya que  los que hoy te ensalzan posiblemente mañana utilizarán esa misma indiscreción como arma arrojadiza, como el  Doctor Liendre que de todo habla y de nada entiende.
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Ver, oír y observar

La importancia de observar, aprende más el observador que el hablador. Situaciones ambiguas se resuelven observando atentamente y extrapolando los ruidos adversos y malintencionados que intentan distorsionar el mensaje. Quizás no obtengas la verdad absoluta pero al menos ( la verdad) la disciernes tú de manera objetiva.
Una pequeña trampa y conseguimos que el cazador sea cazado. No hay que subestimar a la presa, ya que por instinto, busca siempre no ser atrapada.

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Presión

Cuando creía que "el qué dirán" estaba obsoleto,va éste señor alto y famoso y mete la pata. Cuando te presentas a un evento,traes la mejor de tus presencias, de pies a cabeza, y claro, la cabeza es una parte notable. Qué fácil es sacar conclusiones, qué fácil es opinar, qué fácil es dar puntos de vista y según argumentos, ver la misma historia de varias formas. Podemos solo, ceñirnos a los hechos, o es mejor condimentar la situación con prejuicios, habladurías, conexiones cósmicas o especias picantes...

Quien tiene boca se equivoca y los prontos son muy malos. Qué bien viene el periodo de reflexión, sabemos quién merece nuestro voto,pero justo, veinticuatro horas antes, surge el cambiar de opinión y votar al otro partido,algo totalmente impensable días atrás.

Rectificar es de sabios y como decía mi tío, "la risa, abunda en la boca de los tontos", es decir, escucha activamente antes de decir tonterías u ofender. Otro dicho que pude leer en mi consulta médica: "mejor permanecer callado y parecer tonto que hablar, y disipar la duda".
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La conciencia

A veces nos traiciona el subconsciente y nos hace
decir o hacer lo que no queremos.
Dicen que las mentiras tienen las patas muy cortas, por eso, no se puede escapar fácilmente una vez te han pillado en un renuncio.
Lo único que se necesita para ser un buen mentiroso, es tener memoria, y actuar tal cual, no pasa nada.
El receptor de la mentira, puede obrar de varias formas, una de ellas, bien puede ser pensar, "Este se cree que soy imbécil"; lo lógico es que considere que si se puede mentir en algo banal, que pasaría pues ante lo importante y crucial, no lo sabe.
Hay varios tipos de mentiras, mentirijillas,verdades a medias y falacias. Depende pues de los interlocutores decidir que hacer con ello, formar un nuevo bulo o hacer como si nada y guardar ese "as" bajo la manga, para lanzarlo en la ocasión más propicia.
Sea como fuese, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, con todos mis respetos, solo empleo el dicho popular.
Pagar con la misma moneda, sería factible, aún así, lo que está claro es que se ofendería el que menos razón tiene.

Por el mar, corren las liebres, por el monte, las sardinas tralara, por el monte las sardinas...

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