Todos sabemos la importancia del sueño, de las curas para dormir y lo importante que es el descanso. Ya son muchas las campañas publicitarias dirigidas a los consumidores que se plantean un mejor descanso, desde el cubículo, el descanso y el aroma o la luz ambiental.
Con mis hijos pequeños, solía dormir con un ojo abierto y otro cerrado, como los vaqueros en las películas del oeste, que nunca los tomaban desprevenidos.
Hasta esta noche, todo iba bien, pero... he oido golpes repetitivos en mi ventana. El ruido era reconocible, uñas de gato afiladas, igual que cuando hace un par de veranos, llamaba a mi ventana a picotazos una gaviota.
Me gustaria volver a un entorno salvaje, donde los gatos cazan ratones y las gaviotas se alimentan de los peces del mar, no a ese servicio a domicilio, de pedir sal o pan a la vecina, a cualquier hora del dia, sean las cinco de la madrugada, sean las cuatro. Por cierto, cada vez mas temprano perturbando mi merecido descanso.
