Lo nuestro

Ayer tuve que hacer arreglos personalizados para unos vestidos. Debo decir que tengo suficientes herramientas para desafiarme a mí misma. En esto, mientras trabajaba, me acordé de doña Elena. Era vecina de nuestro rellano, un poco mayor, al menos diez o quince años más que mi madre. Cada vez que yo tocaba su puerta, me abría con una gran sonrisa, invitándome a pasar e incluso ofreciéndome chocolate y galletas. Esta vecina tenía una máquina de coser, y siempre se la escuchaba coser, y estaba ayudando a las otras vecinas, ofreciendo arreglos, lo cual hacía encantada que ni siquiera cobraba por ello. Estoy ayudando a mamá con las cortinas, que han estado un poco largas. Nuestra casa parecía diferente, majestuosa, y sólo por este pequeño cambio. Yo ya era mayor, tenía cinco años, pero todavía recuerdo el cariño con el que me trataban allí, y que mi madre preguntaba por los chicos, uno estaba en la mili (servicio militar) y la hija, Elenita, había entrado a la universidad. Sabía que estaba muy lejos, por eso no la veía tan a menudo como solía hacerlo antes.
El conocimiento no compartido se pierde, nunca se sabe a quién se puede sacar de una duda razonable, plantear una inquietud o divagar para ampliar lo ya conocido. En este recuerdo mio, entiendo el porqué un hobbie, puede convertirse en un medio de vida y en una base de socialización y de "charar" con las vecinas.
Charar: charlar, departir, platicar.

Un dia soleado como el de hoy...

Consejos vendo, que para mí, no tengo.
Durante años,he podido ver cómo amigas y vecinas, quedaban para ir a la compra. Ahora, con eso de la inclusión, también acuden amigos y vecinos, y eso está muy bien,así se sabe cuánto vale el canto de un duro,como se decía en mi época.
Hoy me he topado con una persona conocida, y claro, hemos intercambiado saludos y opiniones. La cesta de la compra, se compone de artículos varios, y como todo el mundo, aprovechamos las ofertas del día, o eso creía yo. Los compradores habituales sabemos que hay determinadas áreas clave donde se exponen los excedentes perecederos de ese día y las pugnas que deriva el acopio indiscriminado y malévolo, se nota demasiado, de los/-as listos/-as de turno. Habida cuenta, que tras espetarme una frase tan grosera como desagradable, he decidido no continuar con nuestras conversaciones, no porque se haya llevado algo que yo quisiese, sino por el simple hecho de no respetar mi elección. Si no he criticado su cesta, aleatoria, no entiendo por qué se permite el lujo de comentar o más bien, criticar la mía.  Esto es como la publicidad en los buzones,lo que para ti es mera propaganda, para otros es la Biblia en verso. Mira sino, cómo compre tarde. Llegó una publicidad de una promoción inmobiliaria de pisos bien cucos, y yo, pensando que, al no indicar el precio, era sinónimo de alto coste, no acudí. La curiosidad o causalidad me llevó a la siguiente promoción, por pura casualidad, y con ese precio, me decante por un piso, el cual fue mi hogar durante varios años y mantengo amistad,bien cierta,con mi vecina. Si es que, la frase, se las trae, por respeto,no la pondré, pero mi consejo, amigos y amigas,pasen y vean mundo.
RMBM