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miércoles, 11 de octubre de 2023

Desapego

El mes pasado me deshice de un instrumento de trabajo básico para mí, que ya llevaba más de 30 años conmigo. La única razón es que su aspecto ya no era tan bueno, era útil, pero con muchos matices, y estaba formado por dos piezas. Regresé a casa y no pude localizar la segunda pieza, lo que la hizo inútil. Pensé que lo había tirado a la basura, quise bajar a mirar en la bolsa que tiré el día anterior y no lo hice, vamos, me invadió un sentimiento de culpa extremo. Después de mi búsqueda infructuosa, decidí calmarme, y ante el poco éxito, me llevó unas tres horas, me deshice de la pieza restante. Adiós, se acabó, ya no puedo tenerte, y más, la base se fue, eres inservible.


En ese preciso momento, todos esos grandes momentos, que compartí con mis amigos, con mi familia, gracias a mi gran instrumento, volvieron con fuerza, ya que fue testigo inigualable de momentos muy dulces y felices, y como expatriada, lo traje conmigo. A veces no se encuentran los mismos objetos, ni por tamaño ni por calidad, y seamos sinceros, ni siquiera los mercadillos o tiendas de conveniencia venden artículos de la misma calidad que antaño.


Cuál fue mi sorpresa, que ayer apareció la base… Eso sí, ya no merece la pena, así que no dudé ni un momento en deshacerme de ella. La pieza se quedó en mi trabajo, y curiosamente no revisé ese armario, días después, y hubiera jurado que estaba en la basura de casa. Sí, tengo que decir que el mes de septiembre, para mí, es el mes de la renovación, de vaciar la casa y quitar lo que no merece la pena, lo que no utilizas o lo que está obsoleto. Regalé muebles, plantas, ropa... Me fui a caminar a un pequeño pueblo con el que tenía una deuda pendiente, y lo disfruté como una niña con zapatos nuevos, viendo pastar a las vacas.


Es como el lema del metro de mi querida ciudad, dejen salir para poder entrar. Aplicado al mes de octubre, distribuí para tener más espacio y en compensación, ayer recibí un libro que escuché en su momento fue un best seller. Ahora tiene sentido lo que decía un famoso estudioso del tema: la energía no se destruye, se transforma, así que ahí tengo mi recompensa a tanta reorganización espacial.