Cuando creía que "el qué dirán" estaba obsoleto,va éste señor alto y famoso y mete la pata. Cuando te presentas a un evento,traes la mejor de tus presencias, de pies a cabeza, y claro, la cabeza es una parte notable. Qué fácil es sacar conclusiones, qué fácil es opinar, qué fácil es dar puntos de vista y según argumentos, ver la misma historia de varias formas. Podemos solo, ceñirnos a los hechos, o es mejor condimentar la situación con prejuicios, habladurías, conexiones cósmicas o especias picantes...
Quien tiene boca se equivoca y los prontos son muy malos. Qué bien viene el periodo de reflexión, sabemos quién merece nuestro voto,pero justo, veinticuatro horas antes, surge el cambiar de opinión y votar al otro partido,algo totalmente impensable días atrás.
Rectificar es de sabios y como decía mi tío, "la risa, abunda en la boca de los tontos", es decir, escucha activamente antes de decir tonterías u ofender. Otro dicho que pude leer en mi consulta médica: "mejor permanecer callado y parecer tonto que hablar, y disipar la duda".
RMBM
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