El origen no determina ni limita a una persona. Te limitan los miedos, y cuando tienes claro el sentimiento de pertenencia: perteneces a una familia, a un pueblo, a una nación, puedes conquistarlo todo y ser la abanderada de tu propio país.
Phiona lo hizo, y como ella, más niñ@s de su suburbio aprendieron qué son dueñas de su destino.
Sublime film. Gracias Uganda, gracias Reina!
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