Las cosas se suceden, las cosas suceden por algo, y ese algo no es precisamente la casualidad. Nada sucede por casualidad, sino por causalidad, debido a una causa concreta.
En cierto modo, provocamos involuntariamente situaciones que nos llevan a otras, merecidas por haberlas invocado accidentalmente, pero ahi esta el Cosmos, para traerlo y servirtelo en bandeja.
Ser constante y consistente, trae sus recompensas, ningun esfuerzo suele ser en vano.
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